Los Elementales – Parte I


Elementales Fuego, Agua, Aire, TierraDicen que pasando Apaneca en un remoto país del planeta Tierra, espera una joven de cabello largo y de ojos negros, quien sale por una vereda a esperar la camioneta, los conductores que se prestan a dar un aventón (ride) a esta hermosa joven, son víctimas del horror y la locura al ver que la piel de la joven cae de su cuerpo quedando con su esqueleto descubierto…

Esta es una de tantas historias que alguna vez escuchamos ya sea de nuestros mas antiguos familiares o en alguna reunión de amigos, conocidos o de algún anciano o anciana que de casualidad nos cruzamos en la calle que nos advierte de no proceder por algunos lados de la ciudad. Estas historias fantásticas que incluyen estos seres con capacidades muy particulares, seres como bellas mujeres, personajes sombríos, gnomos, elfos, hadas, ondinas, sílfides y otros mas puros como ángeles, demonios, ifrits, entre otros, están relacionadas con el tema que tratamos en esta ocasión; Los Elementales.

Mucho se ha hablado ya de este tema por muchos lados, desde los cuentos de hadas hasta las explicaciones metafísicas, se dice popularmente que los elementales son seres que están conectados con los espiritual y con la naturaleza más específicamente con los cuatro elementos, de ahí su nombre; estos fantásticos seres se alimentan de las vibraciones o energía de los elementos (tierra, aire, fuego, aire, etc.).

Phillippus Aureolus Theophrastus Bombastus von Hohenheim mejor conocido en el mundo mundano como Paracelsus, nos dice en su obra «Libro de las ninfas, los silfos, los pigmeos, las salamandras y los demás espíritus» que estos seres no pueden ser clasificados ni como hombres ni como espíritus, no se sabe con certeza si tienen o no un alma propia, y a diferencia de los espíritus estos seres pueden morir; pero al igual que el hombre lo pueden haber prudentes, ricas, sabias, pobres o locas; deben de trabajar con sus manos, tejer su ropa, conseguir alimento y tienen sus propias costumbres.

Pero de donde salen los elementales, ¿de donde surgen?, Franz Harttmann en su libro «Los Elementales» nos ilustra y nos da una respuesta a esta pregunta, y si bien es cierto que el creador del universo fue quien puso algunos de estos seres en el universo para resguardar el fuego, el agua, el aire y la tierra, otros seres son creados por el pensamiento del hombre, recordemos que el hombre es recipiente de la chispa divina, su alma, la mente creadora del hombre, su imaginación y voluntad son los que dan vida a estas criaturas. Se alimentan también de los pensamientos de sus creadores o de todos aquellos que tienen la misma vibración en sus pensamientos.

Como ya mencionamos hay de todo tipo de elementales, buenos, malos, virtuosos, viciosos, puros o impuros, así también hay aquellos que se quedan junto a su creador alimentándose de sus ideas y sus pensamientos, hay otros que solo nacen y se desprenden de sus creadores buscando otras fuentes de alimento. Dice un fragmento de «De animabus mortuorum»  que una imaginación mala, crea una forma correspondiente en su mente, y si esa forma le infunde su voluntad, se ha creado entonces un «espíritu». Pueden tener cualquier forma posible, todo aquello imaginable por el hombre, y pueden verse tan bellos o tan grotesco como se pueda, tener forma humana o parecer un animal común o extraordinario. Una leyenda nos cuenta del Cadejo, un perro de gran tamaño, de ojos rojos color carbón ardiente con mirada penetrante, del cual aparecen dos espécimenes diferentes uno blanco y uno negro, se dice que el Cadejo negro representa un espíritu del mal y el blanco un espíritu del bien, el Cadejo negro se encarga de robar las almas de sus víctimas y el blanco se encarga de proteger que el negro no las robe.

Este tema es muy extenso y un poco complicado y difícil de digerir por aquellos que no creemos cualquier cosa que se nos presente, en posteriores publicaciones estaremos ampliando estos conocimientos y las demás características de estos seres tan cercanos a nosotros.

8 comentarios en “Los Elementales – Parte I”

  1. Bueno al final concluimos que si realmente existieran la lógica demanda que si surgió de alguna forma también debe haber por lo menos una manera de destruirlos o recrearlos en formas menos dañinas…Como los espíritus errantes que cuando resuelven sus conflictos se van en paz… Bueno es lo que pienso…

  2. si se desea destruir un elemental, el hecho de pensar y dar por hecho su existencia, ¿acaso no reafirma su existencia misma?, incluso posiblemente olvidar o dejar abandonada la idea o sentimiento que alimenta su creación no sea tan sencillo, dado que en el subconsciente podría permanecer o residir la semilla de su existencia. Posiblemente un requisito para eliminarle sea superar la causa de su creación e invalidar lo que justifica su origen… ahora bien, si este ente sugestionara a un tercero para creer en él, ¿sería esto como un parásito migrando de anfitrión en anfitrión?

    1. Tienes un buen punto acá lesser inhumanoid, buen aporte para controlar tus propias creaciones, puede haber elementales parásitos que logren migrar de sujeto en sujeto, pero su vibración debe de compartirse en el colectivo para que pueda subsistir.
      Sigue aportando.

  3. Hola, tengo una pregunta. Así como los hombres podemos crear tenemos la capacidad de hacerlos desaparecer o es necesario crear otro más fuerte para destruir el primer error?

    1. Depende del elemental que se ha creado. Aquellos que se alimentan directamente del creador pueden morir si el creador no los alimenta con sus pensamientos y/o acciones; en cambio si son de los que se alimentan de la colectividad son sostenidos por los pensamientos de otros que tengan los pensamientos que lo crearon, no necesariamente del creador.

Deja un comentario